Los omamori (お守り) son amuletos japoneses que traen fortuna, se venden en lugares religiosos y están dedicados a deidades particulares Shintoistas y figuras Budistas. Proporcionan diversos tipos de protección.
En sus origenes eran de papel o de madera, pero actualmente los omamori se mantienen dentro de una bolsa de tela y pueden contener una oración o la escritura de una invocación.
Los omamori se realizan a través de un ritual sagrado, donde se hace un busshin (evolución espiritual) en un contexto Shintoísta o kesshin (manifestación) en un contexto budista.
Un omamori nunca debe ser abierto porqué perdería su poder protector y debería pertenecer a una sola persona. A menudo se cuelga en la mochila, el bolso, el espejo retrovisor, etc ...
No es recomendable deshacerse de un omamori. Un viejo omamori nunca debe ser tirado a la basura, debe ser tratado con el debido respeto para evitar un retorno negativo de su acción protectora.